Dignidad del juego
El juego no debe ser mirado como cosa frívola, sino como algo profundamente significativo
El juego es el que alimenta el alma del niño y en la busca los obstáculos y las dificultades


El juego y el cultivo de las virtudes
Durante el juego existen actividades que favorecen a la fuerza física e intelectual, pero no dejando de lado que la inteligencia es la que mayor provecho saca durante el juego.
El niño siempre busca un espacio particular para jugar con sus amigos.
El juego despierta en el hombre virtudes morales y cívicas.
El descubrimiento de la realidad y su mundo interior
El niño explora su realidad.
Hace miles de preguntas a sus padres y educadora.
Es el deseo de medir y utilizar sus fuerzas, a descubrir lo desconocido, a conocer, a examinar, a la luz del día.
